jueves, 30 de junio de 2011

Postales, una ventana a la vida de antaño


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MUESTRA_EN_EL_TORNAMBE___OP_10San Juan.- Un recorrido por las tarjetas enviadas y recibidas por los antepasados muestran las características de una provincia que fue testigo de muchos cambios a nivel local y nacional. En esta nota de Diario El Zonda, un paseo por la historia del San Juan desconocido.



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uy pocas cosas pueden describir una época, un lugar y sus habitantes como una postal. Su período de apogeo fue desde 1900 a 1925 y durante este tiempo dejó testimonio de distintos aspectos arquitectónicos, artísticos, sociales, políticos, religiosos, étnicos, etc. En muchos casos es el único testimonio gráfico que ha quedadoUn poco de historia.  Pero no solo las imágenes ayudan a descifrar los detalles, sino las palabras que se dicen y las que se obvian, la pluma, los trazos, y hasta las firmas dan cuenta de un San Juan y de una Argentina que muchos no llegaron a conocer. Desde actuales monumentos con entornos totalmente distintos, y hasta edificios ya desaparecidos les infieren un carácter documental totalmente fiel. Un poco de historia
Las primeras postales en el país datan de finales de 1870, aunque eran muy distintas de las actuales ya que no contenían imágenes sino tan solo un sello preimpreso con el logo. Nacen con el objeto de facilitar la correspondencia escrita, breve y la comunicación a través del correo con una tarifa reducida para órdenes, invitaciones, noticias, aviso de recepción, listas de precios y otros requerimientos del comercio y la vida social.  Tenían un tamaño de 13,3 x 8,1 cm, fueron diseñadas para usar sin sobre y a pesar de que su envío costaba tan solo la mitad de una carta normal (cuatro centavos), no tuvieron tanto auge ya que unicamente se podían mandar dentro del país.
Recién a comienzos del 1900 se  imprimieron las primeras fotopostales. Se llamaron asi a las fotografías reveladas por el proceso normal y realizadas como postales sobre papel fotográfico. Las imágenes de estas primeras postales eran bicromas, pero pocos años después aparecen las primeras coloreadas. Si bien las postales estampadas por sistema litográfico reproducían imagenes a color antes de esta fecha, no se trataba de  fotografías trasladadas a la postal, sino de grabados hechos por un artista que copiaba la imágen fotográfica manualmente, por lo que era un trabajo netamente artesanal.
La dirección del destinatario se escribia al dorso, dejando a veces, no siempre, un pequeño espacio en la parte de adelante de la postal para el mensaje. Cuando esto no era posible, el mensaje se escribía generalmente sobre la imagen. Tenían como temáticas comunes: monumentos, obras públicas y distintos paisajes del interior de la República. Eran utilizadas en gran medida por los inmigrantes, que querían mostrar a su familia. la prosperidad del país.  En cuanto a las imágenes de San Juan las más comunes eran las del camino a Calingasta, los baños de la Laja y la Quebrada del Zonda. Hacia finales de la decada de 1910 comienzan popularizarse y a tener tirada masiva.
A partir de los años treinta, toma más auge el Art Nouveau, que era un movimiento y estilo artístico originado en Europa inspirado en las formas de la naturaleza. Se caracterizó por el uso de líneas curvas estilizadas y motivos florales, que se adherían a tomas de mujeres, parejas, o paisajes urbanos y rurales.

Lo bien nuestro
La directora del Museo Tornambé, Ana María Zibarelli explica algunas de las características especiales que poseían las sanjuaninas: “A través de estas tarjetas se puede inferir el vínculo afectivo con los emisores, el correo postal establecía lazos más afectivos que en la actualidad. Habían escritos muy cariñosos entre mujeres, pero sin embargo siempre se utilizaba un lenguaje formal. No se le daba tanta importancia a la imagen como ahora, ya que por lo general no guardaban relación con el tema  planteado en el mensaje, y muchas veces se escribía sobre ellas”.


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